miércoles, 28 de abril de 2021

Cronopio: Costumbres de los famas


 Por: Javier Vera.

Sucedió que un fama bailaba tregua y bailaba cátala delante de un  

almacén lleno de cronopios y esperanzas. Las más irritadas eran las esperanzas porque buscan siempre que los famas no bailen tregua ni cátala sino espera, que es el baile que conocen los cronopios y las esperanzas. Los famas se sitúan a propósito delante de los almacenes, y esta vez el

fama bailaba tregua y bailaba cátala para molestar a las esperanzas. Una de las esperanzas dejó en el suelo su pez de flauta —pues las esperanzas, como el Rey del Mar, están siempre asistidas de peces de flauta— y salió a imprecar al fama, diciéndole así: —Fama, no bailes tregua ni cátala delante de este almacén. El fama seguía bailando y se reía. La esperanza llamó a otras esperanzas, y los cronopios formaron corro
para ver lo que pasaría. —Fama —dijeron las esperanzas—. No bailes tregua ni cátala delante
de este almacén. Pero el fama bailaba y se reía, para menoscabar a las esperanzas. Entonces las esperanzas se arrojaron sobre el fama y lo lastimaron. Lo
dejaron caído al lado de un palenque, y el fama se quejaba, envuelto en su sangre y su tristeza. Los cronopios vinieron furtivamente, esos objetos verdes y húmedos.
Rodeaban al fama y lo compadecían, diciéndole así: —Cronopio cronopio cronopio. Y el fama comprendía, y su soledad era menos amarga.

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