David Castro Fajardo
En la representación de este microcuento, lo que se intenta ilustrar de modo sencillo y animado, es la secuencia de las reacciones llevadas a cabo por el cronopio ante la impresión de una gran pequeña flor. La ficcionalización de este micro relato evoca el respeto y la admiración por las aparentes "nimiedades" de la naturaleza. Así mismo, cabe decir, que dicha representación fue posible, sólo en la medida que la imaginación quiso recrear no manera de meramente contemplativa, sino de forma intromisoria, la idea de sentir una flor, palparla, hacerla mover con el hálito y finalmente disfrutar de su aroma para descansar a la postre.
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