AL TONO DISONANTE
Al que no suena parigual
A ese que no guarda consonancia
Majestuosa desvariada.
Huérfano de armonía, pero esencialmente armónico
Que fluye aun sabiendo que no cuaja.
Símbolo de la tierra alta
Aquella estaca donde el cóndor descansa
Descansa de la condenada injusticia.
Distrabe de la ruana azotada por el viento frio que
quema
Como esos viejos arboles batidos por la esperanza de
ser rememorados.
Iza orgullosamente colores, formas, bailes y mambe.
Cordillera heterogénea que no comprende generales.
Duro como la arcilla atravesando el tiempo de la mano
de la resistencia.
Suena como el viento, fuera de si, como incontrolable.
A veces le han querido llevar a la fuerza a lo clásico
Pero se queda, se queda contra todo porque sabe que
pertenece allí.
Tampoco se asusta de contendientes guitarras
Que siendo más grandes en tamaño
Y este más pequeño
Sabe que no hay guerra entre amigas sonantes o
disonantes.
La guerra es contra el olvido y el des-instrumentismo.
No se asusta pues sabe que los vientos le acompañan.
Solitario suena bien, pero acompañado estremece.
Come maíz, chicha y lucha
Siembra papa, arracacha y especias.
Su mayor logro ha sido unir, juntar, contar y llorar
Su gran utopía es la fraternidad
Y aunque no se le conozca, no deja de sonar.
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