martes, 23 de junio de 2020

CronoPropio:Destiempo





Juan Pablo Acosta 
  
Ay, pobre Cronopio. Se llama ‘destiempo’ es verde y húmedo, romántico y poético, es todo un ingrato creyendo en causas perdidas, escudriñando y emancipando camelias en la inmundicia.
Destiempo, muy a tiempo, cuida la poesía moribunda que palidece en cautiverio las frases de cajón de aquellas famas que juegan a la academia.
Ay, pobre poesía, el invierno se le ha grabado en las letras y fonemas congelados  sueñan convertirse en gritos de resistencia.
Las famas en su estúpido aire de anodinos literatos la han desahuciado y en su mísera agonía la pobre poesía  añora volar en rugidos versos.
Las famas afirmán que sobran los poetas y se ausentan los poemas. Afirmán que no existe poeta vivo pues no ha nacido alguno desde el deceso de los clásicos. Afirmán que la verdadera poesía tiene vuelo lírico y es adornada de pretenciosas palabras buscando la vaga inmortalidad de escritores consumidos en amor propio. Las famas juegan día a día a clasificar la vida misma  que es poema eterno.
El arte es para quien lo aprecia y la pobre poesía está ahí, aguardando tocar el alma de quien sabe buscar, otorgando vida al deceso paulatino, sembrando flores en el nihilismo imperante.
Bella poesía que el romántico Destiempo verde y húmedo ha descubierto. La pobre está remozando ante ojos incrédulos, otorgando eminentes retratos  a la ceguera inducida.  
Ahí están los Cronopios oxigenando el verso de la pobre poesía agotada de los famas. Ahí están los poetas haciendo temblar el mundo sin parar.

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