Oscar Nicolas Méndez Ortiz
Miguel Mateos- Cuando Seas Grande
Uno de mis primeros recuerdos, inicia una mañana donde el ruido de la
lluvia me despierta. Aunque sé que afuera está haciendo un frio terrible, yo
estoy muy cómodo bajo el ala de mi mamá. Es un lugar muy confortable, donde me
siento seguro y tranquilo, no quisiera salir de la cama, no quiero separarme de
su lado. Pero sé que es cuestión de
tiempo para que la alarma suene y tenga que alistarme para ir al jardín. Al cabo de unos minutos el reloj suena. Yo
finjo estar dormido mientras que mi mamá se levanta, al poco tiempo vuelve al
cuarto cantando una vieja nana, con un plato y un pasillo en las manos. Al ver
que yo no respondo a su llamado, pronuncia una frase que hiela mis huesos. “Que
tristeza mi lagartijita no despierta y estos ricos huevos con salchicha se van
a enfriar, que lastima me tocará comérmelos” Tan pronto suena esta sentencia,
me levanto de un salto de mi cama, los huevos con salchichas son mis favoritos,
no puedo perder la oportunidad de comerlos.
Mientras estoy desayunando mi madre comienza a organizar la ropa y los
preparativos para que yo salga a estudiar. Yo le digo que no tengo ganas de ir
a estudiar, que no pasa nada malo si falto hoy al jardín, que no quiero ir. Me gustaría
pasar todo el día a su lado. Pero ella, con una mirada dulce y una terrible
ternura, me dice que eso no se puede “todos tenemos una obligación así como
papá se tiene que ir por largo tiempo por su trabajo y yo tengo que hacer
oficio en la casa, tu obligación es ir al Jardín, tiene que prepararte para
cuando seas grande”. ¿Para cuándo sea grande?
Esta pregunta queda sonando en mi cabeza todo el día y comienzo a soñar
con el futuro. Durante todo el día esa pregunta resuena en mi cabeza. Aunque un
soy un niño, el paso del tiempo parece inminente, tengo que prepararme para ese
mañana. ¿Qué quiero ser? ¿Quiero ser como mi padre? No, él siempre está fuera
de la casa, casi nunca lo veo y cuando lo hago usualmente esta borracha o
peleando con mi mamá. ¿Quiero ser como mi abuelo? Tampoco, él siempre se ve de
mal genio, pocas veces sonríe. Aunque es bueno conmigo y me consciente, siempre
me ha asustado su forma tosca y brusca de ser. Además, no me gusta el taller
donde trabaja, todo esta tan sucio, lleno de grasa. ¿Quiero ser como mi madre?
Nunca. Aunque ella es buena conmigo y siempre me consiente, constantemente la
veo triste. Llora mucho y siempre se la pasa sola. No sé qué quiero ser cuando
sea grande, pero sí sé que quiero verla feliz a ella.
Al llegar el medio día, termina las clases en el jardín y mi abuela pasa
a recogerme para llevarme a casa. Pero antes de ir a la casa, mi abuela decide
pasar primero al taller de mi abuelo y saludarlo. Este sitio no me agrada
mucho, porque siempre todo está sucio y hay mucho ruido. Sin embargo, en ese
taller hay un lindo gato negro, el cual me gusta mucho y siempre trato de
atrapar, aunque nunca no puedo ni siquiera acercarme a él. Al ver este lindo gato, pienso que seria
genial ser veterinario y tener muchas mascotas. Ayudar a todos los gatos y
perros que hay en la calle. Ante tal revelación, quiero ir a casa rápido para
contarle a mi mama que quiero ser cuando sea grande.
Pero, al llegar me encuentro con una gran desilusión, pues mi mamá no
está. Le pregunto a mi abuela si sabe dónde esta ella y a que hora llega. Mi abuela ha ce una extraña mueca, como de
disgusto. Luego con un tono despectivo, me dice que no sabe, que seguramente está
estudiando, para ser alguien muy importante o presentando su examen de
validación. Yo no entiendo muy bien a qué quiere decir ella, pero es algo
importante para mí mama, seguramente esa es una de sus obligaciones. No me
agrada estar lejos de ella, me siento solo. Aunque mi abuela me cuida, no es lo
mismo, no logro hacerme sentir cómodo ni tranquilo a su lado. Sin importar
cuantos mimos me dé o me compre lo que yo quiera, nunca puede llenar el vacío
que siento cuando no estoy con mi mama. Para huir de mi soledad busco entre las
cosas de mi mama, un casete blanco y lo coloco en la vieja grabadora. Después
de algunos minutos suena una curiosa canción, en donde vuelven hacer la misma
pregunta. “¿Nene que quieres ser cuando seas grande?”. Mientras escucho la
canción me acuesto sobre la cama y pienso en la dura carga que tengo bajo mis
hombres. No sé qué quiero ser. Pero si se que no quiero decepcionar a mi mama,
quiero que ella sea feliz, aunque no sepa cómo. Miro por la ventana, esperando
que llegue pronto. En eso, veo la luna sobre el cielo y pienso que sería genial
vivir en la luna.
" La pequeña habitación donde conocí el amor"
Uno de los lugares más significativos de mi infancia, fue el garaje
donde viví con mi madre y mi hermano recién nacido, lugar donde tomamos esta
linda foto. Esta experiencia marco muy fuerte mi vida y me dejo grandes
enseñanzas. Comenzando porque pase de vivir de un apartamento grande, en donde
tenía mi cuarto propio, televisión con cable y con unos abuelos
sobreprotectores que cumplían todos mis antojos. Ha vivir en un sito frio,
oscuro, lo suficientemente grande para tener dos camas armada y donde el resto
de las cosas tenían que estar amontonadas en un rincón, ni siquiera tenía
espacio para jugar con mis juguetes. Con un estilo de vida marcado por la
austeridad y con la responsabilidad de ayudar con los cuidados de la casa y mi
hermano. Pase de ser un niño mimado que
tenia todo solo con pronunciarlo, a ser el único apoyo de mi mamá.
Este momento de mi vida, fue marcado por grandes cambios, los cuales no
solo modificaron la forma como vivía como ya lo mencioné, sino que también modifico
permanentemente mi concepto de familia, alterando para siempre la relación con
muchas de las personas que crecí y en quienes confiaba. Todo esto cambios comenzaron con el anuncio
del nacimiento de mi hermano menor, Juan Esteban. Se supone que el nacimiento de un bebe
debería significar una inmensa felicidad para una joven pareja organizada, en
el caso de mis padres fue todo lo contrario. Aunque para mi mama y yo esta
noticia nos colmó de mucha felicidad y expectativas para el futuro. En el caso
de mi papá y mis abuelos paterno, fue todo lo contrario.
La antesala del nacimiento de mi hermano estuvo marcada por una etapa de
muchos conflictos, engaños e infamia. Ha medida que avanzaban las peleas entre
mis padres, fui descubriendo el lado más oscuro de mi papa y mis abuelos. En
medio de los gritos, insultos e injurias, pude ver los hilos que se habían
tejido mis abuelos alrededor de mi mama, mi hermano que aún no había nacido y
yo. Los tres estábamos en medio de una
telaraña de mentiras, siendo pera de un horrible animal. La situación se tornó
tan insoportable, a tal punto que antes que Juan naciera mis padres se divorciaron.
De esos días recuerdo muy bien, el rostro de mi papá prometiéndome el cielo y
la luna si dejaba a mi mamá y me iba vivir con mis abuelas y él. Aún recuerdo
su cara de desilusión cuando le dije que yo no era como él, ni mis abuelos. Que
no podía comprarme con lindos objetos y promesas vacías. Pues para mí, él ni
mis abuelos no eran parte de mi familia, porque sus actos me habían ayudado a
descubrir que son personas traicioneras, que te sonríen y tratan bien, mientras
están afilando su daga para calvártela por la espalda. Que prefiere vivir en
con necesidades, pero con personas que me quiere. Que vivir en una jaula de oro
con gente que me traicionaran tan pronto baje la guardia o este débil.
A los pocos días de rechazar la oferta de don Oscar, él volví a irse
para su trabajo y no supe nada de él por un largo tiempo. Desde que se fue de la casa, cesaron las
peleas, pero eso no era suficiente para que retornara la calma. Una densa nube
negra se había posado encima de mi madre, una profunda tristeza se marcó dentro
de ella y apago el dulce brillo de sus ojos. Era muy difícil tener que escuchar
que se enceraba en el baño a llorar durante horas y yo no podía hacer nada para
detenerla, aún era un pequeño niño, que no podía hacer nada para cambiar lo que
estaba sucediendo. Fueron meses duros, marcados por una terrible melancolía,
hasta que por fin llego el gran día.
El nacimiento de Juan Esteban
rompió mi vida en dos. Su llegada fue como los primeros rayos de sol después de
una terrible tormenta. De repente mi
majo volvió a sonreír y una extraña fuerza se apodero de ella. Por mi parte,
también estaba maravillado con su presencia. Para mi nunca fue un problema
tener que ayudar con sus cuidados, ni cuando tenia que ayudar cambiar sus
pañales sucios. Sabia que majo contaba
conmigo para su cuidado y no podía decepcionarla ni fallarle a él. A los pocos
meses del nacimiento de mi hermano, por fin nos fuimos de esa casa, para no
volver a vivir con mis abuelos.
Como describí al inicio de esta historia, era un sitio humilde, y la
situación financiera era muy apretada. Pero, eso no implico que viviera mal.
Todo lo contrario, en este pequeño lugar, guardo los mas lindos recuerdos de mi
infancia, como las primeras palabras con mi hermano, el pasar las noches con mi
mama y juan en la misma cama viendo novelas en un pequeño televisor. Éramos con
los tres mosqueteros (antes de la llegada de d'artagnan), entre los tres nos
cuidábamos las espaldas. Siempre que estuviéramos juntos, nada nos iba detener.
Mi caída al mundo de los
videojuegos
Crecer duele, pero no tanto como perdonar a las malas. Durante el paso de mi niñez a la adolescencia,
mi vida se tornó muy complicada y tortuosa, no solamente por el dolor que sentí
en mi cuerpo al crecer. Pues, por mi
baja estatura y confección delgada durante esta etapa sufría de varias picadas
y dolores en las articulaciones y extremidades, las cuales eran muy incomodas.
El mayor dolor fue provocado por un nuevo cambio en la configuración de mi
familia. La cual volvió a modificar mi relación con todos los que estaban a mi
alrededor. Despuse de vivir
aproximadamente 3 años solo con mi hermano y mi mamá, don Oscar nos pidió
perdón y al cabo de unos meses, comenzamos a vivir los cuatro juntos.
Fueron varios los motivos los cuales provocaron este desenlace, el cual
me incomodo durante muchos años. Para empezar, luego del divorcio de mis
padres, don Oscar paso por una mala racha. Comenzando con que perdió su trabajo
inesperadamente. Paralelamente, luego de vivir unos meses con otra mujer. Fue
estafado por ella, robándole la mayor parte del dinero que recibido de
liquidación de su antiguo trabajo. Esto provoco que terminara en la calle, sin
trabajo ni dinero. Esta mala racha fue de mal en peor, pues en el momento en
que mas ayuda necesitaba de sus familiares, estos le dieron la espalda, negándole
la ayuda y dejándolo solo con este gran problema. Esto cambio mucho la personalidad de don
Oscar, convirtiéndolo en un hombre menos arrogante y rompiendo la influencia
que mis abuelos tenían sobre él.
Por otra parte. Lamentablemente mi hermano desde que nació tuvo varios
problemas de salud, relacionados con su sistema respiratorio. Por lo tanto,
eventualmente en las temporadas de lluvia o mucho frio, él se terminaba
enfermando y siendo hospitalizado. Durante una de estas hospitalizaciones, don
Oscar retorno a Bogotá. La ver el delicado estado de salud de mi hermano, y
luego de pasar un tiempo con él en el hospital. Don Oscar no solo reconoció el
error que cometió al negar a Juan como su hijo, sino que también comenzó a
preocuparse mucho por él, entablando una relación afectiva muy fuerte, a simple
vista, se notaba que los dos se quieran mucho.
Por ultimo. La situación de mi mamá no era nada fácil. Por tener que
trabajar para mantenernos y las constantes visitas al hospital con Juan, ella
no había logrado estudiar. Lo cual provoco que estuviera encasillada a trabajos
pesados y mal remunerados. Se sentía
estancada y sabia que sola no iba a lograr salir de esta difícil
situación. Por otra parte, ella aún
seguía teniendo sentimientos por don Oscar y la llenaba de felicidad ver que él
tuviera una buena relación con mi hermano.
Ante esta situación, en una conversación difícil conversación con mi
mamá, me toco decidir a mí, si aceptaba que don Oscar viviera con nosotros. No
era una decisión sencilla. Pues, en mi memoria aún estaba marcadas muchas de
las heridas del divorcio, de todas las formas en que trato a mi madre, el
desprecio por mi hermano y la violencia económica que había ejercido sobre
nosotros. Mientras que a otra mujer le daba la gran vida. En parte disfrutaba
un poco de todo lo que le había pasado, y pensaba que era justo que viviera eso,
me conformaba pensar que eso era parte de un castigo divino. Sin embargo, no
podía negar que María José y juan lo necesitaban. Que no era justo con mi mamá que
ella tuviera que gastar su vida en trabajos duros y mal remunerados, solo por
mi odio. Tampoco era justo, negarle la posibilidad a mi hermano de tener una
relación con su papá. Ante esta difícil situación, me vi obligado a sacrificar
mi orgullo y velar por el bienestar de mi familia, por el bien de la mayoría.
Desde entonces si vida se volvió muy complicada, vivir con don Oscar era
muy difícil para mí. Constantemente discutíamos, era un choque de poderes,
entre su voluntad y la mía. Él era muy autoritario, he intentaba moldearme a su
voluntad. Sin embargo, yo a él no lo reconocía como una figura de autoridad.
Para mí, él era un colado dentro de mi circulo familiar, quien no tenia ni vos
ni voto. Dentro de esta lucha de poderes
mi madre comenzó a apoyar a don Oscar, lo cual me provoco mucho dolor y me hizo
sentirme traicionado.
Ante esta nueva forma de vida, donde constantemente me sentía subyugado
por la voluntad de don Oscar, comencé a refugiarme dentro de los video juegos.
Los locales de Xbox, poco a poco se convirtieron en mi lugar favorito. Este se
debe principalmente a que dentro de los video juegos podía olvidarme de mi
realidad. Ya no era mas Nicolas Méndez, un joven que no sentía que perteneciera
a ningún lugar, el cual nunca resaltaba en nada y siempre se sentía solo. Era
un intrépido héroe que siempre consigue la forma de conseguir su objetivo. Nada
lo podía detener y siempre encontraba la forma de detener al mal y terminaba
salvando al mundo.
Por otro lado, dentro de los locales de Xbox, comencé a conocer gente
que compartían mis gustos, con quienes podía competir y divertirme. Acá comencé a conseguir mis primeros amigos,
con los cuales capaba clases para ir a jugar halo todo el día. De esta forma,
en medio de una casa la cual sentía que no encajaba y el mundo de los videos
juegos, deje mi infancia y entre a la adolescencia.
“Sergio, Andrés y David"
Durante mis últimos años en el colegio conocí tres pelafustanes, los
cuales con el paso del tiempo se convirtieron en mis mejores amigos. Con ellos
he vivido muchas experiencias, pero sin duda, ninguna ha sido tan memorable
como la primera vez que fui a rock al parque. Este evento estuvo marca por una
capa de magia que lo convirtió en uno de mis recuerdos más felices.
Aunque ahora para mi ir a este evento se volvió algo habitual, o incluso
mí el único ritual sagrado que celebro cada año. En ese entonces de mi vida, fue
algo muy difícil. La convivencia en mi casa era muy complicada, como cosa rara.
Pues, por un lado, María José se enteró que don Oscar le había vuelto a ser
infiel. Esto provoco que su relación se fragmentara e inicio el proceso del
segundo divorcio. Un proceso largo, tortuoso, lleno de conflictos los cuales
duraron muchos años y produjo grandes heridas a todos los que estuvimos
involucrados.
Por otro lado, a medida que fui creciendo, los conflictos con don Oscar
se agudizaron y el obtener el permiso para ir a rock al parque, se convirtió en
una pelea más. Para don Oscar, rock al
parque no era un evento adecuado para un “niño de bien”, pues en sus palabras,
este sitio estaba lleno de mariguanera, “gente muy violenta que no le importara
pasar por encima de un niño de casa”. El suponía, que permitir que yo entrara a
este evento, implicaba exponerme a un montón de peligros, como: el ser
agredido, perderme en un sitio que no conocía o a entrar al mundo de las
drogas. Sin embargo, yo tenía un as bajo la manga, la cual negaba todas las
objeciones que el presentaba, Y era aprovechar que quien tenía la última
palabra era María José. Aprovechándome un poco de la ruptura de su relación,
estrategia que use en varias ocasiones, no solo conseguí que me diera el
permiso para ir, sino que también me regalo el buso que llevo en la foto.
De esta manera, el sábado 3 de noviembre, salí con mis amigos al ansiado
evento. Desde que nos subimos al bus una extraña magia se sentía en el
ambiente. Comenzando que fue la primera vez en mi vida que escuche que en un
bus de Bogotá ponían música de AC/DC o que todos los pasajeros iban vestidos de
negro y disfrutaban de estas legendarias rolas. En este extraordinario bus,
partimos todos por la carrera que conducía al infierno (Highway to hell) a
nuestra épica cruzada. Este bus, que seguía la mortal carretera, fue a parar en
una dimensión paralela, en donde el Simón Bolívar estaba cubierto de nieve. Mi emoción al ver al parque Simón Bolívar
pintado de blanco, contrastado por el oscuro estilo de vestimenta de la
comunidad metalera bogotana es indescriptible.
Pero no fue nada, comparado con la guerra de nieve que se armo en la
entrada del parque.
Sin embargo, antes de darme cuenta, el hielo que cubría el parque se
había secado y el agua evaporado. De repente, la banda argentina Carajo comenzó
a tocar un poderoso himno de los 90. El
olor a espíritu adolescente (Smells like teen spirit) inundo la plaza central
del Simón Bolívar. Como unas polillas que son atraídas por un bombillo
encendido, mis amigos y yo corríamos al centro de pogo, al ritmo de la poderosa
canción de nirvana. Para finalizar el
día, escuche por primera vez y en vivo, las canciones del álbum “Raro” del
cuarteto de nos. Tan pronto el cuarteto termino de tocar, retomamos el camino a
la comarca. Esa noche llegue a mi casa, con un ojo morado, un dolor terrible en
una costilla y una pierna. Además, de un terrible dolor de cabeza, que no sabia
si era provocado por principios de gripa, el monto de humo y golpes que recibí
en el concierto o el sermón de don Oscar.
Pero con una sonrisa dibujada en la cara, de haber alcanzado lo que
quería hacer ese día y contar ahora con uno de mis mejores recuerdos.
"La peor pesadilla de mi vida”
En una noche de primavera, en donde todas las criaturas salen a buscar
pareja y vivir la estasis de la pasión. Un joven lobo esta junto a su mejor
amigo, el astuto zorro, descansan plácidamente en su cálida guarida, tomando
cerveza y jugando videojuegos. Aunque los dos son jóvenes y pueden salir a
cazar algo de carne fresca en esta noche de primavera, ambos han decidido pasar
la noche en calma, sin alarmas ni sorpresas.
Sin embargo, de repente un fuerte mugido rompe la paz. Era un fuerte
toro, amigo de la manada, quien llegaba con ánimos festivos a sacar del letargo
a los dos jóvenes canes. El toro llego eufórico y con ánimos de celebrar con
sus amigos, pues, después de una larga espera por fin a conseguido sus cuernos.
Los dos canes, de mala gana aceptan
salir de su letargo a la vieja quebrada que esta cerca de la casa, a festejar
junto a su amigo su gran logro.
Es una noche maravillosa para salir a buscar suerte. El clima es ideal,
no hay ninguna nube que amenace tempestad. Además, la luna brilla sobre el
firmamento acompañada por un centenar de estrellas. Por si esto no fuera
suficiente, en la vieja quebrada las aves nocturnas tocan fuertes tonadas, que
motivan a la locura y la desinhibición. Los tres amigos, disfrutando la música
en vivo, toman por montones, ríen saltan y se embriagan de alegría, celebrando
los logros del gran toro.
Tan pronto se acerca el amanecer, nuestros los tres amigos deciden
volver a casa para descansar. Sin embargo, en medio del camino son sorprendido
por ocho sombras, las cuales no traen buenas intenciones. Las sombras al descubrir a los amigos
embriagados y desarmados pretenden sacar provecho de su actual posición de
vulnerabilidad, exigiendo un tributo a camio del paso en paz. Entre el astuto zorro y el lobo, intentan
disuadir a las sombras, buscando pasar este pasaje sin ningún conflicto,
incluso aceptando pagar un tributo a cambio.
Sin embargo, el toro se siente muy ofendido, cuando una de las sombras
pretende quitarle su gran cornamenta. Ceder su cornamenta nueva le parece algo
inaceptable por lo que muestra resistencias a las intenciones de la sombra, lo
cual desemboco en un conflicto, el cual no tenían oportunidad de ganar. Desde la distancia el lobo y el zorro veían a
su amigo resistir el cruel embate de las sombras. Esto provoco que el lobo,
presa de la ira se lanzara ferozmente a la ayuda del toro, sin pensar en las
consecuencias de entrar a una batalla perdida. Como era de esperarse, el
combate fue corto y sangriento. Las ocho sombras arremetieron contra los
cuerpos de sus víctimas, sin ninguna clemencia. Incluso el astuto zorro, quien
había tratado mantenerse al margen del combate, termino sufriendo la ira de las
sombras. De repente un hábil mago irrumpió en el combate, generando una potente
luz que desvaneció las sombras el tiempo suficiente para que los tres amigos
lograran escapar.
Al llegar a la guarida, los tres amigos logran ver la gravedad de sus heridas.
El toro y el zorro están muy golpeados, pero no es nada preocupante, que con
algunos días de reposo se soluciona. Pero la situación del joven lobo es muy
diferente. Pues, el sufrió una terrible herida en su cuello, que ha provocado
una terrible hemorragia. En su laméntale estado, el lobo con sus ultimas fuerzas
sueltas un último aullido a la luna, en buscando ayuda. El cual es respondido
por su manada, quienes acuden su llamado, pero llegan tarde. En el suelo yace el cuerpo del lobo, envuelto
en un charco de sangre.
Tic, top, tic top, De repente suena el despertado, aun quiero dormir un
poco más. He tenido una extrañó sueño,
con un estúpido lobo. Quien corría en búsqueda de una muerte inminente. Me
levanto de mi cama y camino hacia el baño, tengo que alistarme para salir a
estudiar. Cuando entro al baño y me miro en el espejo, recuerdo que sucedió
hace dos meses, entiendo mejor mi sueño. Tomo conciencia de mi nueva realidad,
ahora se que no tengo a donde ir. Por lo tanto, solo doy media vuelta, entro a
mi cama y finjo estar dormido, mientras el mal tiempo pasa.
"La despedida de Don Chernobil”
Aquí yace un hombre que su mayor convicción fue alcanzar sus objeticos,
a su manera y su mayor riqueza, fue poder mirarse todos los días en el espejo,
teniendo la certeza que lo que ha conseguido, no a sido a costa de pasar por
encía del corazón de nadie.
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