domingo, 19 de julio de 2020

Autobiografía Ficcionalizada de EL CUBO

Autobiografía ficcionalizada de EL CUBO
Laura Valentina Suárez
Autobiografía en 2 tiempos y mil canciones
La expectativa y la salsa, la muerte y el blues
Primer Quinquenio.
Strawberry Fields Forever. The Beatles
Mi papá me dejaba poner los discos que tenía de The Beatles porque sabía que me gustaban, me aprendí todas sus canciones, me parecían mágicos.
Nací hará hoy 20 años y 75 días, en un caluroso11 de mayo del 2000, en un hospital de Bogotá, ya el parto fue complicado, pero nada comparado con lo que se venía después. Mi padre se llama Carlos Julio Suarez y es Docente de tecnología, estudio Dibujo técnico y licenciatura en diseño industrial En la Universidad Pedagógica, un hombre tranquilo,  tolerante, profesor, inteligente amable y efusivo a ratos, Mi madre se llama Aurora Melo, ella es independiente, de carácter fuerte, como si de una novela se tratara, humilde e injusta, la menor de sus 8 hermanos Si bien la segunda, única mujer y más joven no fui las más consentida ni protegida, mi hermano, Su hijo, el gran varón, administrador público, mayor que yo, con una vida hecha como para tomarse una foto al lado. Mi nacimiento ni tan anhelado ni tan aborrecido sucedió a las 5 de la mañana. Los dos primeros años de mi vida debieron ser muy felices, pues no los recuerdo, rodeado de mi familia y empezando a descubrir el mundo que me rodeaba, o eso pensé porque no creo haberlo descubierto bien.
A los tres años llegue al jardín Talita Cumi, cerca de mi casa, justo al lado de la iglesia, siendo una etapa que recuerdo muy feliz, tranquila, no sé si en otros lugares me he sentido tan cómoda, nunca me destaqué en nada, pero aún todo conservaba su orden.
Recuerdo también las tardes jugando en el parque, no tengo la certeza de todo lo ocurrido en la época pero ya me sentía inquieta y difícil,  no recuerdo nunca en mi vida haber tenido amigos, aunque mis primos siempre estuvieron presentes por lo que nunca hubo un vacío.
Los recuerdos más relevantes de mi infancia son la casa de mi abuelita, mis primos y yo comiendo patilla en la mesa azul, siempre fui la más pequeña, las relaciones de poder eran marcadas y se manifestaban en peleas infantiles por la cuchara para raspar la olla del arroz, mi abuelita sacaba la correa que fue de mi difunto abuelito y nos pegaba o metía a la alberca, en medio de todo nada era violento, a veces encuentro en mis cosas viejas mis notas con mala ortografía diciéndole a Dios que les dijera a ellos que no me hicieran sentir mal, pero la equivocada soy yo, Dios no interfiere en mis asuntos personales y mucho menos de manera tan directa, ahí fui formando mi carácter y aprendiendo a defenderme sola, punto importante, pues mi vida estuvo definida por rasgos que se gestaron en aquella época, fea, pequeña, mocosa, despeinada y con las rodillas raspadas.
Segundo Quinquenio. La casa de mi abuelita

A eso de los siete años me recuerdo en la misma casa, en el piso rojo y encerado de mi abuelita, sola, jugando con los juguetes de Felipe (mi primo y mayor cómplice, de edad cercana a la mía) mientras mi hermano y primos mayores jugaban en el potrero cosas de grandes, con un saco de lana y un pantalón de pana, despeinada como siempre, mi papá en esa época ya pasaba días completos en la terraza, haciendo una cosa o la otra en madera, me enseño que todas las cosas que podía tener el mundo las hacía uno mismo.
Entre al mundo de la actuación en el 2008, exactamente cuándo tenía 8 años, en un grupo de teatro pequeño en el que tuve el papel de secretaria en la obra El Corregidor, ese año me fue muy bien, ya que era la primera presentación que hacía, al principio fue duro, pero me apasionaba el teatro, me hacía sentir que era buena en algo.
Tercer quinquenio, El teatro y su abandono. El trofeo
Trabaje en 4 obras teatrales durante 4 años más hasta el 2012, ese año quede nominada a mejor actriz de Cundinamarca y gane un festival en un municipio.
“y los actores eran cómo pródigos como reyes llenos de ambiciones ideales y de delirios fantásticos. Era una existencia por encima de las demás, entre cielo y tierra, en las tempestades, algo sublime. El resto de la gente estaba perdido, sin lugar preciso, y como si no existiera”

En el 2013 recibí el papel de soldado en la obra de teatro El cielo está Hecho un infierno, y fue el último personaje que presente, recuerdo aprenderme la obra de enrique Buenaventura LA MAESTRA y nunca haber podido presentarla.
Quisiera recordar las cosas buenas, porque son poquitas y si no las reconozco ahora de pronto se pierden en mis boletines con todas las materias perdidas, no he conocido a nadie más fuerte y valiente, nací en una familia desprovista de convicciones, sus principios, ninguno importante, 4 tíos alcohólicos maquillados de mecánicos, 3 tías complicadas y pretenciosas, ninguno criticado abiertamente, en cambio yo, finjo un valor grandioso de la lucha (pero cuál lucha si nunca me he leído un libro completo) y resistencia, y al menos le hago honor a mi nombre _valiente_, con agresividad y asertividad he sabido cuidar mi 'rareza' como la flor más apreciada de mi árbol.  De hecho, pienso que soy el sueño realizado de todos esos ancestros callados. No supe mantener la boca cerrada.
Aguantate- Orquesta Dicupe.
"Las llamadas 'Ovejas Negras' de la familia son, en realidad, buscadores natos de caminos de liberación para el árbol genealógico. Aquellos miembros del árbol que no se adaptan a las normas o tradiciones del Sistema Familiar, aquellos que desde pequeños buscaban constantemente revolucionar las creencias, yendo en contravía de los caminos marcados por las tradiciones familiares, aquellos criticados, juzgados e incluso rechazados, esos, por lo general, son los llamados a liberar el árbol de historias repetitivas que frustran a generaciones enteras.
Las 'Ovejas Negras', las que no se adaptan, las que gritan rebeldía, reparan, desintoxican y crean una nueva y florecida rama...Incontables deseos reprimidos, sueños no realizados, talentos frustrados de nuestros ancestros se manifiestan en su rebeldía buscando realizarse. El árbol genealógico, por inercia, querrá seguir manteniendo el curso castrador y tóxico de su tronco, lo cual hace de su tarea una labor difícil y conflictiva”
Yo, la oveja negra, Yo, Yo soy Maelo el incomprendido. Desde los 12 años recibiendo valeriana entendí que "Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras.” Nietzsche A pesar de lo que se diga o crea respecto a mí, mi determinación y mi inagotable naturaleza soñadora, he peleado contra cada miembro del árbol, ganándome discusiones, ortiga, cachetadas y malas palabras, a fin de cuentas, nací para su mal genio. "La historia es indefendible. Hay que reaccionar respecto a ella con la inflexible abulia del cínico; o si no, ponerse del lado de todo el mundo, marchar con la turba de los rebeldes, de los asesinos y de los creyentes. La ingenuidad, el optimismo, la generosidad suelen encontrarse en los botánicos, los especialistas de ciencias puras o los exploradores, nunca en los políticos, los historiadores o los curas.” Emile Cioran.
“¿Serás buena en algo?, no hay ni curiosidad, ya hay muchos en la familia, lo importante es que estén bien alimentados. Ninguno de mis hijos salió ingeniero, no puedes ser como más normal. “
A los 14 años después de haberme salido del grupo de teatro por el Bullyng que recibía en mi colegio empecé a protagonizar el malestar familiar, me metía en problemas, perdía todas las materias en el colegio y me disgustaba estudiar.
Los15.
 

Me cansé de ser la mujer que miraba el mundo y se siente ausente en un conflicto que tal vez ella no logre superar, sin embargo, en mi existía la esperanza. Creí que las cosas podían cambiar, me lleno de angustia el mundo y me comprometí con su cambio. El pastel de The Beatles, la entrada con All you need is love, el viaje a Panamá, haberme cambiado de colegio, haberme graduado por ventanilla, haber jugado la tabla Ouija, cortarme el cabello. LOS 15
Cuarto Quinquenio, THALIANA
Se parte la vida en dos. Eres sol de mi vida, si tu no estas no valgo na´…
A los 16 años entre a la universidad a estudiar sociología, la carrera y su enfoque me gustaba pero el carácter privado de la institución me obligo a cambiarme, quede embarazada a los 16 años, decidí cambiarme de carrera tomando una mala decisión y entrando a Filosofía en la pedagógica en donde pensé que podría construir mi pensamiento y ser autosuficiente al momento de defender mis convicciones, una vez más me di cuenta de que estaba en el lugar equivocado, con una hija, 17 años y con una familia intransigente decidí quedarme en la carrera y esforzarme por no morir en el intento, nunca he sido tan buena en lo que hago, no se leer, mucho menos escribir, no me acuerdo de los filósofos ni mucho menos de lo que decían, no me acuerdo de sus épocas ni del movimiento que primaba en ellas, no sé si era Platón u otro el que postulo tal cosa, la depresión se me subía a la cabeza y ya no sabía si planear como fugarme de la casa, si comprarme una maquina de coser o si quedarme toda la tarde acostada con Thaliana en la Hamaca.
Quise luchar por una vida tranquila porque sabía que Thaliana solo me tenía a mí y tenía que ver en su madre una persona completa. Ser determinada, muy capaz y fuerte, necia, de genio explosivo nunca fue suficiente, me hice eternamente comprometida y enterrada, difícil, bien difícil. Valentina será que solo es una mujer joven, hija, hermana y madre sola, que se caracteriza por ser una persona valiente, critica, con un pensamiento contextualizado, le gusta ver telenovelas, se entretiene siendo creativa, le gusta que los demás se fijen en sus acciones, cuenta con una habilidad comunicativa exacerbada, es graciosa, cómica, le gusta hacer los gestos de los demás, se la pasa imitando al otro, y hay que poner atención porque en esas situaciones suelta las peores verdades, le interesa ayudar a quien lo necesita, es persistente, carismática, compulsiva, en ocasiones se extralimita contra las normas culturales, se interesa por tener sueños y metas aunque en ocasiones sean fantasiosas e irreales, probablemente así sea todo el tiempo, cuenta con aptitudes para el arte, nunca dejó de corazón el teatro ni el papel de La maestra, le gusta sentirse valorada e importante y raramente se siente así. Dominante y reflexiva respecto del ser social, empática, cariñosa, risueña, amorosa, un poco conflictiva, le gustan las tormentas, pero siempre busca un paraguas, mujer dinámica, que analiza las cosas, que no traga entero, que da todo por la hija, que no le importa si se acostumbra al canto o se le caen los cachetes, si le da mal de ojo y se descuaja, que la cuida creyendo que hay que hacerlo diferente, la oveja negra, el patito feo, el cisne negro, la contraposición familiar, el antivalor. Como todos, un buen muerto.
En el 2019 intenté cambiar el enfoque de la universidad en mi vida e inscribí materias de otras facultades para liberarme de lo abrumador que implicaba estudiar algo que no me gustaba ni me apasiona, en un lugar en donde se decía respetar al pensamiento pero callamos a la derecha, en donde todos amamos la educación pero nadie estudia, en donde los profesores nos enseñan a educar pero nosotros no sabemos nada, ni somos sujetos epistémicos, ni del conocimiento ni nada de eso, media universidad está en la camilo fumando y otros medios de la universidad estamos en la casa confundidos medio leyendo un texto para la reseña y el ensayo para luego olvidarnos de todo y pasar las vacaciones, o, el paro, sin coger un libro, leyendo el horóscopo, y haciendo el mandado. Y así fue Valentina, no escribía tan bonito, no leía tan bien, no entendía nada, no logró ser la ingeniera o la enfermera, no salió del país ni se casó con un extranjero, no se dejó crecer el cabello como las primas, no fue tan brillante, ni tolerante, ni políticamente correcta, su ropa no le luce tan bien y su cuerpo no creció con las curvas que se esperaban. Lo único que le espera no es un final feliz.
Epitafio de mi vida. La Muerte y el Blues

Con mi línea de libertad, como epitafio decidí describir la muerte.
Once de la noche;
Realmente no sé lo que sucedió, quizá fue una inyección de perfume morado en las venas o si se explotó el sonido del reloj con su alarma impetuosa dentro de su cabeza, no sé, no lo sé, o si se estrelló contra una de esas luces borrosas y distorsionadas que sonreían a través de esa canción, Soothe me baby, soothe me, Soothe me with your kindness, Though you know your powerful loving is soothing to me, one more time, más aquel sonido, aquellas  voces de camino fueron la marcha funebre que la bendijo mientras partía, que mejor que eso, oscilaban en el aire las llantas cuándo todo estaba de cabeza, Lo único que recuerdo son las luces de la noche de la ciudad iluminada, esa noche, el olor del pasto espeso cerca al final de la carretera y una canción de Sam & Dave disolviéndose entre el ruido, el olor del pasto, el miedo, en el fondo de las luces, en la lluvia, un dibujo en el espejo de una niña que bailaba y yo le cantaba “Soothe me Baby, soothe me".
Sonaba la media noche. Parecía impacientarse, la boca le sabía a trago barato mezclándose con sangre, el teléfono estaba sonando, alguna alarma, a esta hora debes volver a casa, ya no volveré a casa, una ambulancia llegaba, había mucho ruido, dos hombres a través de una puerta blanca y de nuevo alguien que le decía "oye tranquilo" sentía preocupación, oye, doce de la noche, mucha heroína, mucho alcohol, mucha tristeza, quédese tranquilo, relájese, y empezó de nuevo.
Vamos a terminar la noche, dijo, piense en un cielo azul, y ahí estaba ella con su voz de despedida, Nina cantando y diciendo: tranquilo, Birds flying high you know how I feel, Sun in the sky you know how I feel, Reeds driftin' on by you know how I feel, You know how I feel, sabes cómo me siento, se cómo te sientes Nina, claro que lo sé, pero sígueme diciendo ¡Tranquilo!.
Estoy de acuerdo contigo con que ni la muerte puede arrebatarnos esos gestos naturales que van más allá y nos hacen ver como un muñeco de trapo alumbrando sus costuras con el sonido de la sirena, Simplemente ahí estaba, moviéndose con afanes, recordó ese libro que leían cuando era pequeño "cuando ya vas tarde, no es necesario correr, ahora solo es necesario llegar" sabía que terminaría, en algún sitio tendrán que dejarlo, no importa si hace frío, no interesa el comportamiento de mis pieles mientras atravieso ese mismo mar de luces que ha acompañado toda esta travesía, solo quiero seguir escuchando, ahora me sabe la sangre amarga, empiezo a discutir la calidad de ese trago barato que se desvanece en mi boca junto con Can you see the tears roll down the street,The sky is crying, pero nunca pudo darle la bienvenida al misterioso Gary Bb Coleman pues cuando su voz llegó el ya no estaba.
Creo que el trayecto se sentía como parte de una película, un poco de luces revueltas con voces bonitas, con las carreteras dilatadas permitiendo llegar rápido a la muerte, deberían llevarlo a una cascada o a un prostíbulo mientras muere, para que vea manos finas y poesía con olor a sangre con perfume de rosas, yo no sé, si esta mareado o enloquecido, pero definitivamente ese perfume que sabía a doce de la noche, le resaltaba con sus ojos apagados, moribundos y esa canción desesperada come together, déjate escuchar preciosa antes de que me muera.
Le dijo al doctor que le parecía haberlo visto, debe ser en uno de esos buses que huelen a cansancio y sudor, que tal, tal vez lo había visto en alguna guerra matando soldados, tal vez lo había visto en algún ascensor.
Falsa alarma, la muerte tiene cara de cantar Get back, la muerte tiene olor a lluvia, a ir rápido atrapando al mundo que se estaba diluyendo vertiginosamente en el reflejo de las luces.
Siempre había querido una muerte así, violenta, con la sonrisa de la luna mirándome ir de un lado a otro, una muerte nocturna llena de luces, y en una ambulancia con puertas blancas y recuerdos del parto.
Pero de pronto quería sentir un beso en la mitad de mi boca ensangrentada con vidrios de una botella de trago barato. Claro, La sirena de la ambulancia no suena como la sirena de mis sueños, una sirena encantada no debería ir rompiendo el aliento caliente de la noche.
La vida era triste, no tenía ningún sentido, la vida ese día estaba conversando con la muerte acerca de esa línea descompuesta que los separaba y ese trago barato se mezclaba con esas últimas canciones que sonaban escandalosas.
Una noche en la que soy hoja seca. Atravesando el silencio, cuando nació había casi el mismo ruido, casi el mismo silencio, los mismos nervios, las mismas miradas, el mismo olor a gasolina todo el camino, la emoción dolorosa, estaba retornando, y se estaba dando cuenta que lucían iguales las luces y la carretera, había muerto y dejaba la vida como si nunca la hubiese vivido, nada parecía haberse alterado.
El cuerpo. La noche. Los vidrios rotos que permanecían en mi boca y cantaban conmigo "Don't worry about me baby.." Si, de lo que quisiera hablar el día de mi muerte sería de grupos de rock, un poco de Jimi Hendrix, su líquido vital se revuelve con el trago barato, con la voz humeante que le encantaba degustar, si Mighty Sam McClain, ahora le escucha y tiene sed, quiere escuchar y escuchar hasta que se derritan sus pieles quemadas por la sangre caliente que brota alrededor de ellas.
Es la madrugada y el reloj vuelve a salpicar escupiendo sus sonidos detestables que destrozan las cabezas, siempre decía que era incendiario y que replicaba por cada cosa, hoy muere gritando porque no quiere escuchar R.E.M, las puertas blancas están vacías, y  tendrá que ahogarse en esta pena con su propia sangre, tiene sed, se disgusta por el sabor barato de ese trago, extraña el olor del perfume morado, con ese mismo se hubiera envenenado, extraña su voz cansada cantando La vie en rose con su cuerpo abatido ofreciéndole el calor de su magia opacada por su característico cansancio.
Me voy para siempre- Orquesta Dicupe.

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